Descripción
Cuando uno de los pecados capitales: la codicia puede conducir a un representante de Dios a actuar como el peor de los mortales.
Ignacio Fernández Maldonado no quiere ser como todos; ansía lograr un sitial de privilegio.
Es inteligente, astuto y no confía en nadie.
Su imagen ante del mundo es impecable debido a sus dotes histriónicos.
Conoce el alma humana y sabe siempre sacar provecho de los demás.
Manipulación.
Dominio del arte de la mentira.
Juegos de poder.
Arribismo.
Corrupción.
Su ambición no conoce límites: caerán en sus redes altos funcionarios del Estado, un empresario y todo aquel que le sirva para conseguir sus egoístas propósitos.